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DEPORTES

Las primeras apuestas deportivas

Las apuestas deportivas destacan en la actualidad por su popularidad. Sin embargo, ¿cuándo aparecen en la historia? El ser humano lleva tomando nota de sus hazañas y desgracias desde hace más de 3000 años, momento en el que se desarrolla la escritura. Lo vas a descubrir a continuación. ¡No te lo pierdas!

Un origen antiguo

Hay dos civilizaciones que han tenido un gran impacto en el mundo moderno: la griega y la romana. Su desarrollo fue tal que a ellos les debemos buena parte de la filosofía, estilo arquitectónico, cultura y forma de pensar actual. El deporte fue importante para ambos pueblos, en especial en el griego. No por nada inventaron las Olimpiadas, la cuales se recuperaron en el siglo XX.

Precisamente en esta competición comenzaron las primeras apuestas de las que se tiene constancia. Las Olimpiadas se celebraban cada cuatro años y reunían a deportistas de casi todas las ciudades griegas. Los deportes que se practicaban se agrupaban en diferentes categorías. Los agones atléticos incluían carreras, lanzamiento de disco o de jabalina; en los agones luctatorios se hacían lucha, pugilato y pancracio.

Junto a estas, los agones hípicos estaban reservados para las carreras de carros y el pentatlón agrupaba cinco pruebas: salto de longitud, carrera, lanzamiento de disco, jabalina y lucha. Solo los jóvenes más bellos, ágiles y fuertes podían participar en esta disciplina. Para amenizar las jornadas, se realizaban apuestas sobre quién sería el ganador en cada prueba.

Una vez que Roma se alza como potencia, entra en contacto con Grecia. No solo se quedan con el territorio, sino que adquieren algunas prácticas que se irían desarrollando, donde se encuentran las apuestas. Los romanos las convirtieron en todo un negocio y las adaptaron a sus deportes favoritos. Así, apostaban por quién ganaría una carrera de cuadrigas, en los juegos gladiatorios o en peleas de gallos.

De hecho, los romanos parecían adorar el juego, ya que es frecuente encontrar dados en sus ruinas. Durante las carreras de cuadrigas se apostaba por uno de los grupos participantes, los cuales se diferenciaban por colores. La apuesta se realizaba en el propio circo, donde siempre estaba disponible algún corredor de apuestas para garantizar una mínima seguridad.

Fíjate que este pueblo fue tan entusiasta que había personas que incluso se jugaban su libertad. En caso de perder, su destino sería el de convertirse en un esclavo. Esto también ocurría si las deudas acumuladas se tornaban impagables.

Las carreras de carros al detalle

El entusiasmo por las carreras de carros era similar al de la fórmula uno actual. La jornada en la que se celebraban convertía el circo donde se celebraban en un hervidero de personas. Como te puedes imaginar, con tanta gente y con tan pocos medios era difícil transmitir el desarrollo de las apuestas. Sin embargo, los romanos utilizaban lo que tenían a mano.

En las carreras participaban cuatro facciones: los rojos, los azules, los verdes y los blancos. Gracias a estos colores, se podía dar un cierto orden a las apuestas. Para transmitir una victoria a largas distancias, era frecuente que se enviaran golondrinas con el color del ganador pintado. En el propio circo se enviaban a allegados para transmitir apuestas a los corredores.

Las apuestas congregaban a tanta gente que acababan dándose auténticos tumultos. Estas carreras fueron tan importantes que continuaron en el Imperio bizantino tras la caída del Imperio romano occidental en el año 476. Además, siguieron despertando el mismo entusiasmo, tanto que se crearon leyes específicas para regular las apuestas.

Las apuestas deportivas modernas

Las apuestas deportivas tuvieron un renacimiento a finales del siglo XVIII y principios del XIX. En 1780 se dio, en el Reino Unido, una auténtica fiebre por las carreras de caballos. El desarrollo que trajo la Revolución Industrial y el crecimiento de la riqueza llevó a muchas personas a interesarse por estos eventos. De hecho, tras más de dos siglos, se sigue apostando en este tipo de competiciones.

Con el paso de los años, los periódicos de Londres comenzaron a dedicar secciones enteras a las apuestas, así la población interesada podía mantenerse al día. También se abrieron casas de apuestas y se empezaron a expandir los eventos en los que probar suerte. Las carreras de galgos fueron una de ellas y en el siglo XX se iría imponiendo poco a poco el fútbol.

De hecho, en la década de 1930, las casas de apuestas comienzan a expandirse por toda Europa y Estados Unidos. Esto provocó un auge en todo el mundo desarrollado, el cual palidecería con la llegada de internet.

En definitiva, las apuestas deportivas llevan desarrollándose desde hace más de 2000 años. Hoy tienes la posibilidad de probar suerte en todo tipo de modalidades y eventos. Si quieres disfrutar de las mejores opciones, en Goldenpark te lo ponemos fácil. ¡No dejes de visitarnos!